Texto escrito por: Alejandro Rogua
Ya no puedes negarlo, quizás en el siglo pasado podías esconder tus revistas bajo la cama y guardar muy bien en el closet los DVD (o VHS según el caso) y fingir que tú serías incapaz de hacer algo así, pero ya no, ahora lo sabemos todo. Ves PORNO, admítelo, no hay nada de malo en ello. De hecho, cada día 75 millones de personas lo buscan en la red. Y no, no es solo cosa de hombres. El 38% son mujeres. Y ojo, esto no es algo que me invento yo, son datos proporcionados por YouPorn y PornHub, los portales de pornografía más visitados del mundo. Pero ¿Cómo es que la industria del porno llegó a convertirse en una de las más rentables del mundo a tal grado de superar en el 2005 la facturación de la industria cinematográfica de Hollywood?
Pues esta es su historia…
No pasó mucho tiempo desde el invento del cine para que se comenzarán a producir películas pornográficas. Aunque claro, para esa época, 1896, lo pornográfico consistía en Mademoiselle Louise Willy haciendo un striptease en Le Coucher de la Mariée y que tristemente el paso del tiempo solo perdonó 2 de los 7 minutos que duraba originalmente la película (esta película la pueden encontrar en YouTube).
Entonces los productores vieron la súper oportunidad de negocio que tenían enfrente y comenzaron a realizar una serie de videos de mujeres francesas desnudándose ante la cámara. Comúnmente estos videos eran exhibidos en burdeles y fueron un gran auge en la época del cine mudo en 1920.
Por supuesto, no tardó en volverse ilegal, pero eso no detuvo a los pornógrafos, pues comenzaron a producir sus películas azules (recuerden el fotograma que les deje arriba) de manera clandestina y por aficionados durante muchos años, eran distribuidas de forma privada entre propietarios ya que implicaba una pena de cárcel el solo tener en posesión una de estas cintas.
Damos un salto en el tiempo y llegamos a los años de las posguerra y el surgimiento de formatos como el 8mm y el Súper 8 que impulsaron el cine amateur, de todo tipo de cine amateur.
Llegados los 60s algunas actitudes sobre la representación del sexo empezaron a cambiar, Dinamarca y los Países Bajos legalizaron la pornografía hardcore y ahora que ser pornógrafo era una ocupación legítima empezó la explosión de la producción de cine pornográfico comercial, no solo en formato video sino en el auge de las revistas.
Y ya para los 70s la relajación legislativa dio pie a la creación de los famosos cines X, así como las cabinas de monedas en las sex shops. Surgen además las primeras películas pornográficas con argumento y distribución masiva como Mona The Virgin Nymph (1970) y la mundialmente conocida Garganta Profunda (1972).
También surgió en esta década la primera cinta pornográfica gay, Boys in the sand (1971) que además se lleva el crédito de ser la primera en darle créditos en pantalla al reparto y el equipo de producción. Y, chequen este dato, la primera en ser analizada por el famosísimo New York Times.
Y esto solo era el impulso que tomaría la industria. Para 1980 y con la llegada de las grabadoras domésticas la industria se volvió MASIVA. La cinta era muchísimo más barata que la película por lo que se podría economizar en el costo de las producciones y aumentar el número de películas realizadas al año. Además al ser un formato que se podía reproducir desde casa la pornografía pasaría de las salas de cine a las salas… de las casas, fue la década en la que también se expandieron los subgéneros para poder cubrir cualquier fetiche posible, total, ya era bastante barato hacer películas. Y chequense, se empezaron a realizar recopilaciones con las mejores escenas, entonces el espectador no solo podía disfrutar su película porno desde casa sino que tenía un catálogo cada vez más amplio para satisfacer cualquier fantasía. Incluso la de ser la estrella pues fue la década en la que las películas amateur cobraron fuerza no solo para el disfrute privado sino para el beneficio económico. Y ojo con este dato, ¿saben quién es responsable de la derrota de VHS ante Betamax? La industria del porno. Sí, ellos prefirieron irse por el formato de VHS y con la cantidad de películas que se producían al año bastó para que fuera clara la derrota del Betamax y su pronta desaparición del mercado. Aquí, ya se empieza a notar el poder de la industria.
Para los 90s lo que parecía ser una sacudida que podría ponerle fin no fue sino un peldaño más en la escalera al éxito, hablo, por supuesto, de la expansión del DVD y el Internet. El DVD por su parte mejoraba la calidad de imagen y sonido, además que daba la posibilidad de interactuar, por lo que el espectador podía ver finales alternativos o ángulos distintos.
Por su parte, y con la creación del WWW, el internet cambiaría por completo la manera en la que la pornografía se distribuye, en vez de asistir a locales o pedirlas por correo la gente podía pedirlas desde su casa y bajarlas en minutos por lo que su mercado creció ya que pudo llegar a quienes por cuestiones legales o sociales no hubieran podido acceder al porno en los métodos convencionales.
Y por primera vez en la historia un canal de televisión Danés pasaría de manera libre y abierta una película pornográfica en horario nocturno.
La llegada del nuevo siglo trajo consigo nuevos retos para la industria del porno, surgieron otros canales de televisión de paga especializados en pornografía y si bien se consolido su mayor medio de distribución: el internet, el acceso a la información en el siglo nuevo está llevando a la industria a una adaptación que no tiene que ver en su mayoría con la tecnología sino más bien con un fondo social, hay quienes dicen que la industria del cine está en decadencia pero no hay nada más alejado de la realidad, como cualquier otra industria, la pornografía deberá adaptarse a los tiempos modernos, y atender las exigencias sociales que se le presentan y que claramente se trabaja en ellos, desde el inicio de la década mucha de las producciones tienen el uso del preservativo como obligatorio para evitar la propagación de ETS, han surgido directoras que han revolucionado las tramas de las películas para evitar tratar a la mujer como un objeto, la inclusión de nuevas sexualidades, y la legalización de la industria son batallas que desde inicios del siglo la pornografía ha estado enfrentando y que en algún punto buscara la manera de cumplir con las nuevas exigencias que el siglo conlleva.
Como toda industria, la pornografía, está en constate cambio y adaptación a los nuevos tiempos y al ser una industria que siempre ha sido mal vista e incluso relegada tiene una batalla quizás un poco más difícil pero no por ello no menos necesaria, es quizás la aliada que se necesita para que las nuevas generaciones puedan fundamentar una sexualidad sana, que sea reflejo de ausencia de temores, de vergüenza y culpabilidad en el acto sexual, de la existencia de una ética personal y el respeto de tu cuerpo, y el cuerpo de los demás, así como las responsabilidad que conlleva.
Y ahora si… chaquetita y a dormir.
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