Texto escrito por : Yarely Chickle (Callejas)
Antes de que lo siga posponiendo como propósito de año nuevo de ir al gym, ahí les va el último comentario, análisis reseña o como le quieran llamar, con algunas últimas reflexiones del año; por eso, hoy presentamos “Por fin una reseña de una película que no tiene que ver con Tom Holland”, así es, por fin nos libramos de las novelas adaptadas a películas en las que el protagonista es Spiderman, para entrar en las novelas que son adaptadas a películas en las que el protagonista es Sherlock, acompáñeme en éste viaje en el que hablaremos de El Poder del Perro. El poder del perro es una novela western escrita por Thomas Savage que se desarrolla en 1924 en Montana y que describe la complicada (el humano siempre es complicado no importa su contexto) vida de dos hermanos que se quedan a cargo del rancho de sus padres; Phill el mayor y el dos años menor, el “gordito” George, cuyos tipos físicos y personalidades no pueden ser más opuestas; a simple vista podemos ver que la dinámica no irá más allá de una rivalidad sana entre hermanos mientras pasan sus días montando a caballo o trenzando cuero, pero no podemos estar más equivocados.
La dinámica de ésta relación es mucho más compleja y Savage la va tejiendo no sólo con anécdotas de los hermanos, sino con vivencias de unos cuantos personajes que llegarán para mover las tranquilas aguas de la rutina ranchera.
El poder del perro fue publicada en 1967 y es considerada como una novela importante sobre el oeste americano; Savage se caracteriza por prestar atención al desarrollo del personaje con diálogos intensos pero que se quedan impresos en la mente del lector; la crítica describe El Poder del perro como una obra en la que se habla del bien y el mal, la crueldad y la amabilidad o una guerra entre la compulsión y la inteligencia; y aunque son descripciones ciertas la omisión de cierto detalle sólo la hace más atractiva justo por la contraposición de los opuestos y ya hablaremos de ello. Savage creció en dos ranchos y vivió los dos matrimonios de su madre, por lo que el relato de la vida campirana se siente por completo verosímil.
Jane Campion directora neozelandesa a quien recordamos por El Piano; curiosamente en El poder del perro hay un evento importante con un piano pero que no se explora tan a fondo como en la novela; es encargada de dirigir y escribir la adaptación de ésta novela. Benedict Cumberbatch que si lo recuerdan por ser Sherlock o el Doctor “Estraño” (diría Paty Chapoy) yo los instaría a que lo recuerden por el torturado Patrick Melrose o por su versión de La criatura o el Doctor Frankenstein en la puesta en escena del clásico de Mary Shelley dirigido por Danny Boyle, para que vean que no sólo hace trucos de magia para fiestas de niños y se para de espaldas en sus posters promocionales; Benedict o como me gusta decirle, Benito, encarna al odioso, mugroso, cruel, irónico, elocuente, habilidoso, obsesivo e inteligente ranchero Phill Burbank.
Jesse Plemons o mejor conocido como Meth Damon a quien lo recordamos en Breaking Bad y Fargo, personifica a un taciturno, tranquilo, gordito, retardado (como le diría Phill), mesurado, amable George Burbank; los acompañan Kirsten Dunts ex porrista, ex Mary Jane y ex niña vampiro a quien también recordamos en Fargo, sí, ahí se conoció la pareja Pemons-Dunst, que también representan a una pareja en ésta película; y Kodi Smith-McPhee un Nightcrawler en X-Men o un Jay Cavedish en Slow West que en El poder del perro es un incomprendido, extraño y femenino Peter Gordon, hijo de la viuda Rose Gordon (Kirsten Dunst).
La historia va así, la tranquilidad de Phill se ve interrumpida cuando su hermano George decide casarse con la viuda Gordon, y como al mayor de los Burbank le chocan los cambios en la rutina y considera que la mujer no es más que una arribista, se da a la tarea de atosigarla con su indiferencia, silencios o miradas y comentarios despectivos, además de echarle en cara sutilmente que no sabe tocar el piano, mientras que él toca el banjo con una habilidad sin igual; indudablemente Rose Gordon de nervios débiles se quiebra pero en ningún momento se lo hace saber a su amable gordito, en lugar de eso decide hacerle frente con unas cuantas copas encima, porque mejor preocuparse por mantenerse derecha al final del día que lidiar con la crueldad de su cuñado; la cosa se complica cuando su hijo decide pasar sus vacaciones en el rancho y todo sería perfecto de no ser porque su vástago aunque amable e inteligente, pues estudia medicina, toda su vida ha sido bulleado por su naturaleza femenina y la delicadeza de su figura que no puede pasar desapercibida en ese ambiente lleno de macho alfa lomo plateado que no se bañan más que una vez cada que se acuerdan, porque #OesteAmericano de los 20, epítome de lo macho, macho, macho, y con lo cruel que es Phill no se lo va a dejar pasar; y por si eso no fuera suficiente para Rose, el mundo se le desmorona cuando ve que Phill y Peter se hacen cercanos y “amigos”; y pues para no contarles todo hasta ahí está usted libre de spoilers y puede disfrutar por Netflix de El Poder del Perro…
¿Pensabas que esto había sido todo en ésta reseña?, apenas vamos empezando, porque lo importante de estas biblias es que te voy a contar todo lo que la novela tiene y la película no y que a mi parecer es de importancia porque enriquecería más el chismecito. Y si aún hay duda, pues lo confirmo, lo que sigue va con alto spoiler.
Para empezar, cada que la crítica dice que la película es lenta me dan ganas de aventarles un chanclazo, la película inicia con un suceso que en la novela pasa como a la mitad, así que entran y a lo que van, para entonces en la historia Rose ya es viuda y no te cuentan que su esposo se suicidó y que Phill ‘no me baño porque soy macho pero si me caes gordo te mato con 2 argumentos’ Burbank es en parte un poco culpable del suceso, le dice unas cuantas cosas no tan chidas al señor que ya de por sí no andaba bien, Phill es cruel y lo que dice cala no sólo es su forma de verte despectivamente. Rose no conoce ese suceso, pero su hijo Peter sí y justo es él quien ve por última vez a su papá, que era el doctor del pueblo por lo que ahora sabemos porque se siente tan apegado a los libros de su padre y sigue sus pasos profesionales, y sus acciones finales aunque no se justifican se entienden mucho más.
El suceso en el que Rose práctica en el piano, en la novela es descrita de una forma en la que te hace sentir la ansiedad de la pobre viuda, primero porque quiere quedar bien con todos y segundo porque el proceso para llevar ese piano es toda una odisea que eventualmente le cala, es ese suceso la patada que su cuñado le da para caer en el abismo de la desconfianza, el alcoholismo y la infelicidad. Rose es una mujer que ha tenido que pasar por mucho, desde el suicidio de su marido, lídear con el bullying hacia su hijo, el no saber acercarse emocionalmente a él, y la constante lucha por no caer en la desgracia, pobreza y ser comidilla de los demás; no es que sólo sea de nervios débiles, es que Phill justo da en las cuerdas adecuadas para quebrarla.
Lo que sí rescato de la película es la línea con la que inicia, pues es Peter quien narra y quien te dice que ama a su mamá y que haría lo que fuera por verla feliz y que al final cobra mucho sentido.
La idea de acercarse a Peter y ser un mentor para él no es porque en Phill haya nacido un sentimiento de compasión y ser bueno, es porque en su naturaleza cruel sólo quiere joder a Rose, pero en el proceso se da cuenta de que Peter es un joven partícular por lo que se distrae un poco y Peter al ser también astuto e inteligente toma ventaja para ser él quien dé el jaque mate.
La novela tiene muchos relatos en los que se reafirma lo odioso y cruel que puede llegar a ser Phill, y su desprecio por los “indios” y judíos, como todo un macho del oeste américano, si en el filme reconocemos a un hombre obsesionado con el recuerdo de su mentor muerto, en la novela podemos llegar a pensar un “ay por Dios, ya cásate con Bronco Henry, pareces adolescente con su crush idol coreano” (yo sí lo pensé).
Sin mencionar lo que pasa al final para no “arruinarlo” (después de tanto spoiler) fue el mismo Phill quien cayó en su propia trampa pues al final fue el seductor quien terminó seducido, por mucho que toda ésta imagen sucia y viril que se creó le “ayudaran” a ocultar su verdadera identidad, aunque al final sus padres sí supieran que “había algo raro en ese Phill”.
La novela no es explícita, sólo te dan pequeñas piezas que al final encajan, jamás se menciona cómo fue el “accidente” y tampoco se rasga por accidente o por curiosidad la perfecta imagen del macho que Phill se construyó, a menos que como Peter seas un buen observador y puedas ver al perro en la colina; pero no hay queja en la forma en la que fue filmada esa escena en la que Phill acaricia sus recuerdos a la orilla del ojo de agua, es tan hermosa y triste.
Las actuaciones son excelentes pues todo el reparto está muy a la altura; a pesar del final, no creo que sea la película del año, pero sí es un muy digno regreso de Jane Campion.
La crítica en su momento omitía un elemento nunca antes tocado en la literatura western y que aunque “escandaloso” es muy relevante lo que hace que la novela se distinga entre todas del género. Recomiendo su lectura pues podrán encontrar un posfacio escrito por Annie Proulx, así es la autora del relato que Ang Lee llevó al cine con los rostros de Jake Gyllenhaal y Heath Ledger.
Por supuesto que también recomiendo que vean la película pues las lecturas que saquen aún sin haber leído la novela serán muy interesantes, a mi no’mas porque me encanta la frase “Pero en el libro…”.
Antes de despedirme quisiera agregar unas cuantas reflexiones más a ésta biblia, pero será rápido. Primero, obviamente entré al mame del evento cinematográfico del momento, Spiderman y fuera de arruinarla con spoilers o de analizar si es o no cine, me acordé que alguna vez leí sobre la importancia del mito y que el humano siempre estaba generando historias o mitos (concretamente los que hablan de héroes) como parte de su desarrollo pues en él se reflejaba una evolución de pensamiento y hasta en forma de obrar y que con ellos se enseñaba a los niños a seguir un camino y a diferenciar el bien del mal y formar un poco sus valores; y para no sobreanalizar o meternos en problemas con las dicotomías me gusta pensar, tal vez un poco ilusamente, que el cine de superhéroes funge como ese mito para la creación de valores y el trazado del camino (justo como el camino del héroe) y que no es una maquinaria con una fórmula ya hecha.
Y segundo, ya vi Don’t Look up la sátira apocalíptica de Adam McKay (que tampoco comentaré a fondo) y después me eché The Silent Sea una mini serie coreana de drama y ficción escrito por Eun-kyo Park, protagonizada por el señor de las cachetadas del Juego del Calamar Gong Yoo; que para quien no conoce la trama, va de que en la tierra hay escasez de agua y un grupo de astronautas y científicos se lanzan a la luna por una posible esperanza, pero que dicha travesía está llena de intriga, misterio y avaricia.
Y para no hacerles el cuento largo de las dos producciones, lo que me parece curioso, es que ambos productos salgan en fechas en las que todos queremos paz y felicidad, una época en la que nos ablandamos porque es época de dar; pero que justamente tratan con temas que por muy ficcionales que parezcan no estamos alejados de ellos, la inminente destrucción de la raza humana por escasez de recursos, desastre y que además se acrecenta con la estupidez humana, y aunque en su momento en los 90 y principios de los dosmiles se trataba el tema pero con esperanza de salvación, acá el tema de la destrucción, sólo es un aderezo para mostrar lo codicioso, estúpido y superfluo que puede ser el humano y que justo eso lo puede llevar a su ruina.
En fin, ésta es una época de reflexión y de pensar positivo y hasta de tener ideas ilusas que no son empañadas por las grandes corporaciones deseosas de dinero disfrazadas de productos nostálgicos y fan service; pero también vemos que es época para observar nuestros errores y rectificarlos para no caer en nuestras propias trampas y morir en el intento, en fin, éstas son las paradojas que nos muestra el cine o los desvaríos de una persona necesitada por fangirlear, como sea, mi deseo es que el próximo sea un año muy fructífero, lleno de cine, reseñas y análisis y momentos para comentarlo, gracias por leer mis desvaríos éste 2021 y vamos por más éste 2022. ¡Feliz año!.
Titulo original: The Power of the Dog (El Poder del perro)
Año: 2021
País: Australia
Idioma: Inglés
Duración: 128 minutos.
Dirección: Jane Campion
Producción: Coproducción Australia-Reino Unido-Nueva Zelanda; See-Saw Films, BBC Films
Guión: Jane Campion, Thomas Savage
Música: Jonny Greenwood
Fotografía: Ari Wegner
Montaje: Peter Scriberras
Protagonistas: Benedict Cumberbatch, Jesse Plemons, Kristen Dunst, Kodi Smith-McPhee
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